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La cantidad de aventureros que toman la iniciativa de emprender está aumentando, justo por ello, la cantidad de gurús empresariales ha crecido por igual, aprovechando la falta de expertise que existe, aunque ya lo tocaremos en otro tema, según Global Entrepreneur Monitor, más de 582 millones de personas han comenzado un nuevo negocio.

Al comenzar un negocio puedes encontrar que nunca es un campo de rosas sino todo lo contrario y aparentemente hay tantos mitos y conceptos erróneos en el camino hacia el éxito.

Antes que nada, el primer obstáculo que te encontrarás será a ti mismo, tu mente, así que no te crees barreras innecesarias, aquí te damos 4 mitos que pueden estar frenando tu viaje hacia el éxito.

Mito 1: Ser el primero es lo más importante y más aún, ser el único
Steve Jobs presentando iphone

El hecho de que llegues tarde a una fiesta no es para alarmarse o desanimarse. Tu negocio no tiene que ser el primero en llegar al mercado, es más, usa esto a tu favor y saca provecho de lo que tu competencia no está viendo.

El campo es vasto, solo hay que verlo. No sirve de mucho entrar a un nuevo mercado sino sabes lo que estás haciendo, aunque esto es raro que suceda, puede suceder que la competencia esté dirigiéndose siempre hacia un lado en común, dando por alto detalles en los que puedes aprovechar a tomar ventaja, pregúntate, ¿Qué puede hacer distinto tu negocio que no esté haciendo el resto? La clave es, destacar.

Mira no con los ojos de un empresario, sé el cliente, mira sus necesidades, satisfaz sus necesidades y deseos de forma efectiva, incluso ellos no sabrán que necesitan de algún producto o servicio hasta que les haces ver la carencia, puedes acudir a tus amigos, preguntarles que les gustaría que tuvieran sus productos y servicios.

Mito 2: La falta de capital es sinónimo de fracaso
Sin dinero

De forma predeterminada tendemos a pensar que para iniciar un negocio necesitas de grandes sumas de dinero por adelantado. Esto no es cierto, no siempre es posible, y tener el capital suficiente para comenzar no necesariamente significa éxito, recuérdalo.

Según Fractl, por lo menos el 24 % de startups fracasa porque se queda sin dinero, todos te dirán que no cuentas con el suficiente dinero para comenzar a emprender, los empresarios con visión construyen modelos comerciales para construir su negocio con márgenes sólidos que no dependan de financiación para siempre, así que iniciar con poco dinero es totalmente factible.

Mito 3: Crear una cultura 100% de trabajo y rutinario
Trabajo estresante

Aunque es comprensible que quieras perseguir incansablemente una meta, todo se dará a su debido tiempo si sabes manejarlo. Tus empleados no son máquinas a las que les puedes exigir hasta el punto de agotamiento, esto no funciona. Muchas empresas están abandonando estos modelos arcaicos, el único resultado que obtendrás será que tu personal abandone el barco.

Recuerda que el mejor activo de tu empresa es tu personal, cuídalos y procura un ambiente agradable y empático, parte de tu trabajo al emprender será modular el ritmo con la que llevas el viaje, prioriza también las necesidades de tu equipo, la línea entre una meta grande y ambiciosa y el impulso egocéntrico es muy delgada.

Mito 4: El fracaso no es una opción
Pensando

Fracasar es solo parte del viaje, no significa que sea un punto y aparte, un negocio implicará riesgos, debes prepararte y ser perseverante. Aprende a partir de las fallas y levántate, fallar es algo muy natural en el proceso de la creación de un negocio, sé realista, aprende a desarrollar una estrategia de riesgo, identifícalos antes de que sucedan y adáptate a los cambios.

Eso es lo que muchas empresas tuvieron que hacer cuando la pandemia amenazó sus resultados. Tome las tiendas de comestibles, por ejemplo. Los servicios de recogida y entrega se expandieron cuando los compradores estaban atrapados en sus casas o tenían miedo de entrar a las tiendas. Otro ejemplo de una industria que se adaptó es la atención médica. Más proveedores participaron en la telemedicina para mantener o aumentar el acceso de los pacientes. Para muchas empresas, se volvió casi imposible rastrear las variables que indicaban la demanda. Pero sus líderes no entraron en pánico, tomaron decisiones basadas en datos y se adaptaron.

Alejandro Cruz

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